Mi abuelo me enseñó copywriting

3 momentos en los que mi abuelo me enseñó a amar el copywriting

Aunque este año esté siendo un poco extraño, hoy es día 1 de mayo. ¡Día del trabajador!

Por lo menos los que trabajan por cuenta ajena lo celebrarán con gusto. Los autónomos… pues con café calentito y unas cuantas horas delante del ordenador.

Como sé que los días festivos este blog tiene menos visitas, quiero aprovechar para contarte una historia sobre copywriting.

Será un artículo diferente, así que tienes todo el derecho del mundo a marcharte si es lo que quieres.

Pero bueno, que eso ya lo sabes, no hace falta que te lo diga yo.

Mi abuelo es la persona que me ayudó a enamorarme del copywriting

Estoy convencido de que él ni siquiera sabía qué era. Sin embargo, era tan detallista que se fijaba en lo que nadie más veía.

Era una persona con hambre de aprender. Supongo que el hecho de que una Guerra Civil le hubiera robado la infancia es lo que tiene.

Aprovechó cada instante de su vida para beber conocimientos y estuve orgulloso de él hasta el último día de su vida.

Él quería que yo también aprendiera a mirar lo que nadie más ve y por eso se empeñó en señalarme lo invisible.

Los 3 momentos mágicos en los que mi abuelo me enseñó el copywriting

Él se murió hace unos tres años y todavía me acuerdo de él todos los días.

Muchas veces, a partir de sus enseñanzas.

Y estos 3 momentos son de los que me acompañan a diario y me recuerdan lo importante que es la escritura persuasiva.

  • Los anuncios en la televisión tras el pesadilla.
  • Los paseos mirando los carteles.
  • Las guías de compra de las revistas de videojuegos.

Estoy convencido de que esto no era exactamente lo que esperabas. Pero si no te sorprendiera de vez en cuando, ¿qué nos quedaría?

Los 20 minutos de El Pesadilla

Sé que por este nombre no te estoy diciendo nada, pero como es una historia, simplemente siéntate y lee con tranquilidad.

Cuando estaba en el colegio, siempre me iba los meses de verano a una casa de la playa a disfrutar con el de las vacaciones.

Una de las tradiciones que mantuvimos durante muchos años fue ver el Gran Prix.

Ese programa de televisión donde dos pueblos se enfrentaban en las pruebas más locas.

Era como nuestro momento en la noche.

De hecho, yo de pequeño soñaba con poder participar allí.

Y sí, los azules siempre molaban más.

Cuando este programa se emitía en Televisión Española, comenzaba justo después de la previsión del tiempo.

Y por aquel entonces lo emitía un hombre —que me suena que era Pedro Piqueras, pero que no estoy convencido— que era una auténtica pesadilla de escuchar.

¡El tiempo duraba más de 20 minutos!

Para un niño de siete u ocho años era imposible de soportar.

Así que mi abuelo le puso el apelativo de El Pesadilla.

Y por alguna razón, desde ese momento me encantó buscar términos especiales para todo tipo de personas y situaciones.

Fue mi introducción en el mundo del naming.

Los paseos mirando los carteles de Cartagena

Hasta que el cáncer le atrapó, mi abuelo siempre salió a pasear durante varias horas al día.

Era muy consciente de que uno de los grandes responsables de su salud era la actividad física.

Así que yo le acompañaba. Solo quería estar con él.

Como él siempre fue muy detallista, siempre me señalaba los carteles de publicidad que encontrábamos en lugares como marquesinas y me preguntaba que qué me parecían.

Imagínate lo que significaba aquello para un niño de 7 años al que nadie le consultaba nunca nada.

Era un mundo.

Él me contaba lo que veía en esos anuncios y me explicaba por qué habían tomado la decisión de que fuera así.

Estoy convencidisimo de que se inventaba cada una de sus palabras, pero a mí no me importaba.

Mi abuelo fue el cuentacuentos que se perdió el mundo, pero tuve la suerte de que me los guardé para mí.

Gracias a él siempre he caminado fijándome en la publicidad y esta es una de las razones por las que soy copywriter.

Las guías de compra de las revistas de videojuegos

Mi abuelo y yo tenías una tradición que nos acompañó siempre.

Cada día 15 me acompañaba a un quiosco para comprar la revista Nintendo Acción.

Ya te he contado más veces que crecí siendo un auténtico friki de los videojuegos.

Llegar a casa después de comprarla era nuestro pequeño momento.

Él se sentaba conmigo en el sofá y se ponía a hojearla conmigo. Siempre me llevaba hasta la guía de compras y me preguntaba cuál era el videojuego que quería que me regalara.

Y como muchos no los conocía, tenía que fijarme en las descripciones de la propia guía para elegirlos.

Eso sí que era copywriting puro y duro, ¿eh?

Total, que todas las horas que pasé frente a ese papel esperando a ser persuadido fueron también momentos que compartimos.

Y sabían a magia.

¿Quieres mejorar como copywriter? ¡Fíjate en todos los detalles!

Si quieres impulsar tu camino como copywriter, necesitas mirar todos los detalles.

Necesitas convertirte en esa esponja que absorbe todos los conocimientos y que tiene la capacidad de replicarlos después.

Cuando te acostumbres a pensar de esta manera, serás mucho más capaz de conseguir los resultados que esperas.

Las 5 claves para pasar a la acción

  • Fíjate en todos los detalles y replica los copies que te gusten.
  • Escucha a todas las personas. Son muy sabias. La mayoría.
  • Has de pasar a la acción. La teoría se olvida.
  • Diviértete y considéralo un juego.
  • Trata de encontrar la manera de que cada respiro sea inspirador.

Hoy he querido abrirte un poco mi corazón y me ha sentado de lujo.

Por eso me encantaría que me dijeras cómo llegaste tú al copywriting y qué es lo que más te gusta de este mundo.

¿Me lo cuentas?

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