El poder de la marca personal para revolucionar Nike

El poder de la autoridad para revolucionar una marca

Si te gusta el mundo del deporte, sabrás que el domingo sucedió algo muy especial.

Rafa Nadal se convirtió en el primer tenista masculino en ganar 21 Grand Slams.

Un Grand Slam es la categoría de los torneos más importantes de este deporte.

E insisto en lo de masculino porque Serena Williams suma más de 23 en la categoría femenina —y esto se le ha olvidado a muchos periodistas—.

Y esta increíble gesta ha sido la base para una pequeña campaña que Nike —la marca que viste a Nadal— haya lanzado una campaña.

¿Te apetece que la veamos?

Nike y los valores de Rafa Nadal

Por si todavía no has visto el anuncio y quieres echarle un ojo, lo puedes encontrar aquí.

Se trata de una propuesta que juega con el empate que había hasta el domingo con Federer, Djockovic y Rafa Nadal y cómo ahora ha tomado la delantera el español.

Es un anuncio muy simple.

De esos que, supongo, no les daba lástima guardar en el tintero cuando veían en Nike que todo iba justo al revés.

Pero es tan simple que funciona.

En primer lugar porque es un guiño al tenis, en segundo, porque con unos audios se deja patente cuáles son los valores de Rafa Nadal.

Constancia. Sacrificio. Esfuerzo.

Y una fuerza mental de otro planeta.

¿Por qué se relacionan las marcas con los deportistas?

Todo se debe al principio de autoridad.

Ayer, para aprovechar el boom de Rafa, publiqué un pequeño Reel en Instagram en el que te contaba más sobre este principio.

Pero aquí lo vamos a ampliar.

El principio de autoridad es esa regla que nos cuenta por qué prestamos más atención a las recomendaciones de un señor con bata que a las que nos hace una persona cualquiera por la calle cuando se trata de salud.

O el mismo por el que de chavales escuchamos con atención lo que nos tengan que decir los profesores.

Cuando alguien tiene la capacidad de destacar en una determinada área, queremos escucharle. Y le damos mucho más valor a todo lo que nos tenga que aportar.

Ahí está precisamente la «magia» de lo que estamos haciendo.

Porque lo más importante a la hora de utilizar este principio es que no depende solo de nosotros, sino de que podemos valernos de la autoridad de otra persona para darle fuerza a nuestro mensaje.

Yo te puedo contar que la persuasión es importante, pero si te digo que Aristóteles ya lo decía, tiene todavía más fuerza.

O te puedo contar que ponerte el cinturón salva vidas, pero si lo hace Fernando Alonso explicándote toda la seguridad de un Fórmula 1, la cosa cambia.

Es una de las tres claves de nuestro amigo Russell Brunson

Russell Brunson habla siempre de que hay tres factores que condicionan la venta de un producto.

El primero es la autoridad de la persona que lo lanza o de la que se viste.

En su libro Experts Secrets trata con mucho mimo y detalle todo ello y escuchándole tenemos unas ideas muy claras de cómo funciona.

Te animo a que le des una oportunidad.

Sea como sea, yo me lo pasé pipa viendo la remontada de Rafa Nadal.

La verdad es que llevaba un fin de semana muy intenso y me ayudó a recuperar parte de la ilusión.

Así que oye… que viva el deporte

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