El Lazarillo de Tormes fue el primer influencer que nos vendió la importancia de tener un mentor.
Por si acaso te formaron en esta área de la educación española donde a la Literatura ya no se le da fuerza o eres de fuera, te pongo en contexto.
El Lazarillo de Tormes es una novela anónima que narra la historia de un joven que tiene varios mentores que le enseñan cómo aprovechar las oportunidades de la vida.
La principal característica de estos mentores es que todos son una panda de hijos de p***.
Quiero decir, personas que miran antes por ellos que por el niño y que se aprovechan de él para vivir mejor.
(Seguro que también se parece a algún mentor de la actualidad).
Total.
Que la novela nos cuenta todo lo que aprende de cada uno, cómo se deshace de ellos y que la vida no para de sorprenderte.
Es una pena que no sepamos quién la escribió, porque hoy sería una persona muy respetada.
Así que el primer consejo que te llevas en este email es que firmes todos tus trabajos, no sea que pasen a la historia y que nadie sepa que lo hiciste tú.
Vaya.
Que aunque la experiencia de Lázaro no fue la mejor, eso no quiere decir que no aprendiera.
Pues de cada uno sacó algo que después aprovechó y el final es bastante feliz —que no te lo cuento por si quieres leerlo, aunque prepárate para el español antiguo—.
Al final el libro te enseña que si esperas que elegir un mentor te ponga delante un camino de rosas, estás equivocado.
No se trata de que sea fácil, sino de aprender por el camino y sobreponerte a los desafíos que te plantee la vida.
Uno detrás de otro.
Y si te caes, pues te levantas. Que la vida son dos días y nada es tan importante.
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