Lecciones persuasivas de Fernando Alonso

Cómo aprender de Fernando Alonso que te paguen hasta el último céntimo

Dicen los entendidos de la Fórmula 1 que Fernando Alonso no acabó bien con Renault la primera vez que se marchó.

Yo no lo creo porque ha «vuelto a casa» hasta en dos ocasiones, pero qué sabré yo que llevo sin ver una carrera desde el año 2012.

Todos los rumores surgen porque cuando anunció que se cambiaría de equipo al final de temporada, comenzaron a pasar cosas muy extrañas.

Tanto, como que se le salieran las ruedas después de una parada en boxes cuando estaba a punto de ganar la carrera.

Bueno.

Dejando de lado la idea de que esos mecánicos ganaban más dinero cuando Fernando Alonso también ganaba, vamos a dar por supuesto que era así.

Que a modo de venganza estaban saboteándole el coche en el que tenía que acabar el campeonato —campeonato que acabó por ganar, por cierto—.

¿Cuál fue el error de Fernando Alonso? Enseñar sus cartas antes de tiempo y exponerse a una situación como esta.

Escúchame, yo no soy nadie para decirte cómo tienes que organizarte con tu cliente a la hora de pactar los pagos.

Tú eres mayorcito.

Pero te quiero contar algo que a mí me ha venido muy bien con el paso del tiempo y que aprendí de Fernando Alonso.

«Se mira, pero no se toca».

Si no me has pagado el 100% del encargo por adelantado, puedes mirar los textos, pero no tocarlos.

Te los enseñaré en una llamada, los comentaremos en directo… pero hasta que no reciba la mitad del pago que tenemos por delante, aquí no hay nada más que hablar.

Tengo el botón de envío bloqueado, vaya.

No vaya a ser que después salga a correr y me encuentre con que me han puesto mal una tuerca…