Envía un formulario a tu cliente

Por qué necesitas que tu cliente rellene un formulario antes de empezar a trabajar

Todavía me acuerdo del primer trabajo que realicé como copy.

Trabajaba para una agencia de comunicación y después de dar mucho la tabarra me habían dejado probar.

La idea era pasar de Community Manager a redactor persuasivo.

Así que me puse manos a la obra.

Sin embargo, toda esa ilusión se transformó en frustración muy rápido.

Sobre todo en ese momento en el que me puse delante del papel en blanco y no sabía qué escribir.

De esa situación solo había un culpable: yo mismo.

Había leído en todas partes que había que investigar mucho para ser copywriter, pero a la hora de la verdad me había dado igual.

Ese día todo cambió.

El copywriting no se construye por el tejado: primero van los cimientos

A veces te pueden las ganas.

Sobre todo al principio.

Quieres ayudar a tu cliente de verdad a conseguir resultados y piensas que cuanto más rápido entregues tu texto persuasivo, mejor.

Pero ya te lo decía tu abuela: las prisas no son buenas consejeras.

Y si te empeñas en redactar un texto persuasivo de la noche a la mañana el resultado es que ni será persuasivo ni será bueno.

Ya sabes lo que siempre te digo: puedes escribir un copy rápido o un copy bueno, pero ambas está muy complicado.

Para entregar un texto que leas dentro de dos meses y estés de verdad orgulloso, necesitas empezar por los cimientos.

Y esos cimientos se llaman investigación.

Hola, cliente, me llamo Carmelo, ¿y tú?

¿Cuánto conoces de tu cliente? ¿Y de su situación? ¿Sabe qué metas tiene? 

Todo esto es muy importante.

Tu primer objetivo como copywriter es conocerlo todo sobre tu cliente.

Y sobre su producto o servicio, claro.

Es un paso que muchas personas se saltan porque piensan que no es importante.


Se equivocan.

La única manera de redactar un texto que de verdad sea persuasivo está en ponerte en los zapatos del otro.

Así que antes de acercarte siquiera al ordenador, comienza por preguntar.

Cómo formular las preguntas adecuadas a tu cliente

Para conocer a tu cliente en profundidad necesitarás trabajar a partir de dos caminos:

  • Un formulario estándar que le envíes a todos tus clientes.
  • Una serie de preguntas específicas que diseñes para ese caso concreto.

Si sigues leyendo te explico un poco de cada caso.

La primera conversación con tu cliente

La primera conversación será la más distendida.

Imagínate que estuvieras en una cita con una persona que te gusta y que quieres conseguir una más.

Pues esto es más o menos igual.

Charlaréis durante más o menos una hora y siempre con un tono conversacional.

Escucharás todo lo que quiera contarte y le formularás las preguntas que necesites para entender su situación y objetivos.

A todo ello le responderás cómo puedes ayudarle y tendrás que ser muy sincero en el caso de que se te escape de las manos para recomendarle a otro profesional.

Si hay feeling, seguiréis trabajando.

Por cierto, aunque sea una primera reunión de reconocimiento, yo te recomiendo que siempre estés alerta y tomando notas.

Nunca sabes dónde puede estar la clave.

Ha llegado la hora de enviarle un formulario

Esto es clave.

Cuando me lo contaron me di cuenta de que te ahorraba mucho tiempo y te daba siempre información de mucha calidad.

Escucha.

Tienes que tener preparado un formulario con unas preguntas estándar que te pueda rellenar.

Pídele que lo rellene con paciencia. Hazle entender lo importante que es para ti.

Y ten siempre en cuenta que cuanta más información te dé, más fácil te será llegar después a los resultados que quieres conseguir.

¿Y después del formulario?

Ahora tienes información general.

Muy parecida —pero igual de importante— a la de otros clientes.

Y tú sabes que puedes dar más.

¿Cómo?

Formúlale las preguntas precisas para su caso concreto.

Seguro que existe una información que es más importante que otra.


Eso es lo que toca.

Tienes que conseguir que te ayude a comprenderlo todo.

Ahora llega la joya de la corona: organiza la información

Tienes un montón de datos. ¿Qué vas a hacer con ellos?


Esa es la clave de la partida.

Con esa información puedes hacer mucho de provecho, pero para ello tienes que trabajarla y organizarla.

¿Sabes cómo puedes hacerlo?

Esquematizándola.

Une los puntos que te parezcan interesantes. Elimina lo superfluo. Quédate con lo que de verdad valga la pena.

¿Has visto Karate Kid?

Ahora te toca ponerte en modo Miyagi:

  • Dar cera.
  • Pulir cera.

O en la adaptación que hicieron para los copywriters:

  • Escribir borracho.
  • Editar sin piedad.

Solo un dato. Aunque lo de escribir borracho es una metáfora a veces una cerveza viene muy bien.

Las 3 claves para pasar a la acción

  • Desarrolla un formulario para recabar información de manera rápida y efectiva.
  • Plantea siempre preguntas específicas para tu cliente particular.
  • El único secreto para escribir es repetir el proceso de escritura y edición.

Con estas 3 ideas ya estás preparado para pasar a la acción. 

Un formulario es trabajar tu escritura persuasiva de la manera más inteligente posible.

Ponlo en marcha y descubre cuál es la clave.