No, yo tampoco trabajo gratis

Yo tampoco trabajo gratis

Si te digo la verdad, los viernes siempre me gusta escribir un contenido diferente.

Durante toda la semana te he machacado con artículos, podcasts y vídeos sobre escritura persuasiva que espero que te sean de mucho valor.

Así que disfrutar de un rato de escritura más relajada en el que pueda contarte qué se pasa por mi cabeza relacionado con la idea de ser copywriter emprendedor me parece una buena idea.

Además, que hasta yo necesito desconectar un poco la mente de tanto en tanto.

Sí, sé que sorprende.

Con este artículo quiero reivindicar el papel profesional del copywriting y por qué trabajar gratis nunca será una opción para ninguno de nosotros.

Si solo son unos textos…

El otro día tuve la suerte de compartir una buena taza de café con una persona que está comenzando en el mundo de la escritura persuasiva.

Me estaba contando su experiencia con sus primeros clientes y me decía que ya había tenido la primera proposición de trabajo sin cobrar.

Es decir, que alguien se le había acercado para pedirle que redactara los textos de un proyecto para el que él sí que ganaría dinero y que le había parecido mal que le quisiera cobrar por su trabajo.

Resulta contradictorio, ¿verdad?

Pues si te digo la verdad, creo que casi todos los copywriters hemos pasado por un momento así. Un instante en el que han querido que trabajáramos gratis para otro.

Y la verdad es que tal y como dijo Èlia Guardiola hace unos meses, no soy una ONG.

A mí también me engañaron para trabajar gratis

Mientras estaba en la carrera estudiando Derecho y Administración y Dirección de Empresas y buscaba otra salida laboral porque tenía claro que lo de las leyes no me convencía, también caí en la trampa de trabajar gratis.

Como me gustaba mucho escribir en mi blog literario y crear contenido relacionado con la literatura y la tecnología, hubo un medio que se interesó porque contara todo aquello también en su plataforma.

Sería un colaborador más, que redactaría contenido para su página web con la que ellos conseguían ingresos y yo solo obtenía la reputación de trabajar allí.

Y la palabra reputación la escribo en cursivas porque siempre he pensado que ser cola de león es peor que ser cabeza de ratón.

Vaya, que en realidad no valía para absolutamente nada.

Para más inri, tenía que cumplir un mínimo de publicaciones a la semana. Cuando llegaba el domingo nos pasaban revista y te exigían responsabilidades en caso de que no llegaras.

En aquel momento me parecía normal. Pensaba que si te comprometías con un proyecto tenías que ir a por todas.

Pero cuando ahora lo pienso me doy cuenta de lo absurdo que es: ¿había aceptado trabajar gratis para que otro se lucrara a mi costa y encima me exigían responsabilidad?

Tardé mucho tiempo en percatarme de todo ello y el día en el que lo hice abandoné todos los proyectos de los que formaba parte y que funcionaban de esa manera.

Decidí que para escribir para otros por nada, mejor invertía todo ese tiempo en mis propios proyectos y desde que tomé aquella decisión mi canal de literatura aumentó muchísimo su tráfico.

Escribir es una pasión y un trabajo

Esta historia te la cuento porque hay muchas personas que acudirán a ti, pero en realidad no valoran la fuerza que tiene la escritura persuasiva.

Y, bueno, si solo fuera ese detalle, pues podrías pasarlo por alto. Sin embargo, todavía hay un problema mayor.

No te respetan a ti como profesional.

Piensan que lo que tú haces lo podría hacer su primo y por ello se sorprenden cuando les cuentas cuáles son tus tarifas.

Aunque eso sí, que después en sus trabajos no les exijan ni medio minuto de hora extra impagada, que habrá que poner el grito en el cielo.

Escribir es una pasión y creo que todos los que tratamos de ganarnos la vida como copywriters emprendedores compartimos esta idea.

Pero también es un trabajo. Es un camino para llegar a final de mes.

Y eso exige que nos respeten otros profesionales y emprendedores, pero sobre todo que nos respetemos a nosotros mismos.

Yo no trabajo gratis

Tengo la suerte de que hace mucho tiempo que ninguna empresa, marca o emprendedor se ha puesto en contacto conmigo para pedirme que trabaje gratis.

Creo que mi comunicación a través de todos los canales está siendo efectiva para lanzar este mensaje y por ello me felicito.

Sin embargo, cuando compañeros me cuentan este tipo de situaciones se me enciende una llama en el estómago y acabo con ardor.

Sé que tú que me estás leyendo eres un copywriter emprendedor, así que quiero que te vayas con una idea muy clara de este artículo: tienes derecho a ganarte la vida ayudando a otras empresas con tu escritura persuasiva.

Si tú estás pensando en empezar a trabajar como copywriter freelance y todavía no has conseguido a tu primer cliente, quiero ayudarte.

Te animo a que descubras cómo puedes conseguir a este candidato en el curso de la academia en el que te explico 10 formas de lograrlo.

¿Tú trabajas gratis?